Más dinero, más amor: Igualdad como motor del desarrollo

El humo del fuego abierto escuece en los ojos. Adenet Kabenet entrecierra los ojos, soportando lo que hasta ahora siempre había infligido a su esposa, y remueve con un palo de madera la sartén. Es una imagen poco común en la aldea de Cherbenta: un hombre tostando café.

Cuando este agricultor empezó hace tres meses, la mitad del pueblo se reía. '¡Un hombre haciendo tareas de mujeres, qué escandaloso!', decían. Su propio hermano dejó de saludarlo.

Adenet Kabenet forma parte del nuevo proyecto de Menschen für Menschen en Raphe, un distrito en el sur de Etiopía. Su familia es una de las treinta 'Familias Modelo de Género', hogares que deben mostrar cómo puede funcionar la igualdad en la vida cotidiana. Asisten a cursos, cuestionan los roles tradicionales y prueban cómo compartir cargas y decisiones de manera justa.

Son alentados y acompañados por Zemariam Bekele, de 28 años, responsable de mujeres e igualdad de género del proyecto. 'Demasiados hijos, demasiada carga', dice la experta. 'Las mujeres aquí soportan mucho, tanto física como emocionalmente. Ayudamos a las familias a reconocerlo y encontrar juntos mejores caminos.'

Tradiciones perjudiciales

En Raphe solo un 10 a 15 por ciento de las mujeres utiliza planificación familiar moderna. Muchas niñas son casadas entre los 13 y 15 años. Las mujeres generalmente trabajan más de diez horas diarias en las tareas del hogar, mientras que la mayoría de los hombres apenas ayudan en la casa. Y solo un 15 por ciento de las mujeres conoce siquiera el término igualdad de género, según un estudio inicial de Menschen für Menschen al comienzo del proyecto de tres años. En comparación, Suiza muestra un panorama diferente, aunque tampoco existe igualdad en el ámbito privado. Según la Oficina Federal de Estadística, las mujeres suizas realizan en promedio 32,5 horas de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado por semana, mientras que los hombres solo 22.

Para la encargada de mujeres del proyecto de MfM en Etiopía, la igualdad no es solo una cuestión de roles tradicionales, sino también un factor decisivo para el futuro económico. 'Si se comparte el trabajo en casa, queda más tiempo para actividades económicamente productivas', dice Zemariam Bekele. 'Si las mujeres participan, toda la familia progresa.'

Más ingresos, más amor

Esto lo demuestra el ejemplo de Adenet Kabenet y su esposa Bereket. Desde que asisten a los cursos de Menschen für Menschen, procesan juntos el ensete. De esta planta gigante se elabora el kotcho, un alimento básico en el sur de Etiopía. Desgarrar los pseudotallos y la regia raíz de la planta es un trabajo duro y agotador que tradicionalmente corresponde a las mujeres. Lo que antes tomaba una semana a Bereket, la pareja ahora lo hace en dos días. Esto les deja más tiempo para preparar una bebida refrescante local y venderla en el mercado. Los ingresos aumentan y la relación cambia, dice el esposo: 'Nos tratamos con más cariño.'

En el estudio inicial, alrededor del 50 por ciento de las mujeres indicaron que las decisiones importantes las tomaba exclusivamente su esposo, incluyendo la cantidad de hijos de la familia. Familias demasiado grandes con recursos muy limitados son una causa principal de la pobreza. Ahora, la organización suiza organiza a las mujeres en grupos de autoayuda, donde ahorran juntas, solicitan microcréditos y crean pequeñas fuentes de ingreso: Quien gana su propio dinero tiene mucho más peso en la familia y puede participar en las decisiones.

Las 'Familias Modelo de Género' se convierten en ejemplos en las aldeas para familias equitativas. 'Elegimos específicamente familias que son abiertas y tienen cierto prestigio', explica Zemariam Bekele. El agricultor Adenet dice que las reuniones con los expertos etíopes de Menschen für Menschen lo han sensibilizado: 'Por primera vez he entendido realmente cuánto hace mi esposa cada día.' Con respeto mutuo, las parejas tienen conversaciones en igualdad sobre el tamaño adecuado de la familia, esperan los expertos locales.

Embarazos no deseados

Rahel Kebede, de 22 años, dice que hasta ahora no hablaba de planificación familiar con sus amigas y vecinas. Ha venido al puesto de salud del pueblo de Dereto para recibir una inyección que la protege del embarazo durante tres meses. Rahel Kebede, madre de dos hijos, comenta: 'Quiero mantener un espacio entre mis hijos. Es mejor para la familia.'

A pesar de este conocimiento, muchos hijos en Raphe han nacido no deseados hasta ahora debido a la falta de anticonceptivos en el puesto de salud. 'Antes teníamos que rechazar a doce o trece mujeres cada semana', informa Konjet Demissie, la asistente de salud estatal del pueblo.

Con el proyecto de Menschen für Menschen, esto ha cambiado por primera vez: la organización garantiza que en los centros de salud haya siempre pastillas y inyecciones trimestrales disponibles y los efectos positivos de los matrimonios equitativos se difundan.

En total, el proyecto está dirigido a 3.559 familias en Raphe, con alrededor de 21.000 miembros, mejorando con capacitaciones y ayudas agrícolas la base económica del distrito. Familias modelo como la de Bereket y Adenet Kabenet muestran el cambio posible y convencen incluso a la antigua generación. La madre de Adenet era escéptica al principio. Ahora dice: 'Que yo pueda ver cómo el mundo cambia y cómo se trata bien a una mujer - eso me hace feliz.'

Menschen für Menschen se esfuerza en contra de la pobreza y el hambre. La fundación fue creada por el actor Karlheinz Böhm (1928 - 2014). En el espíritu del fundador, la organización benéfica suiza crea perspectivas de vida para las familias más pobres de Etiopía. El objetivo del trabajo es que puedan vivir dignamente en su país de origen. Los focos de los proyectos individuales son el empoderamiento de las mujeres, la formación profesional, los microcréditos, la ayuda a la infancia, la planificación familiar y el desarrollo agrícola. Los componentes se combinan según las necesidades locales y se implementan con socios locales cuidadosamente seleccionados.

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